
Un viejo que les toca la barriga a los niños

Renos y ciervos cubren los parterres de las ciudades

Un señor rudo que baja de la montaña con regalos

Alcaldes ‘laicos’ que pulen el presupuesto municipal en luces: ¿quién da más?

Un señor gordo vestido de rojo Coca-Cola que viene en trineo del Polo Norte

El Niño Jesús, desaparecido en combate

La tradición del pesebre, olvidada

No hablar de los Reyes Magos, porque somos republicanos y ateos (lean a Marco Polo y verán qué historia más chula).

Ahora toca panettone

Tocan Saturnales modernas de los que no conocen el concepto «sincretismo religioso». No quiero practicar la religión romana oficial ni cultos mitraicos, que son cosa bárbara.

Navidad es una palabra latina: ’nativitas’. También es cristiana, en todas sus variantes: natale, natal, Nadal, Noël…

Chicos, sois incongruentes: si no creéis en la palabra, no secuestréis al Niño ni a los Magos de Oriente, ni mucho menos el turrón.

Dejaros de Jalogüin y . Halloween no pertenece a nuestra cultura, y Samaín tampoco, que es cosa irlandesa, no gallega. ¡Ay del neoceltismo! Esa etapa ya la pasamos en el XIX. ¡Avancemos!

Dicen que algunos cenutrios ya están empezando a celebrar Acción de Gracias, la exaltación de la colonización norteamericana, con sus pavos oportunamente aparecidos para mitigar el hambre . Esos son los mismos que denostan la presencia de España en América Central y del Sur, porque la conquista de América fue mala mala.

Mientras, en las escuelas, no se pueden cantar villancicos, porque se ofenderían las comunidades inmigrantes. Bob Esponja corona el árbol de Navidad.

No quiero esta Navidad, ahogada por el feroz capitalismo: compra, compra, compra.
No comeré cosas caras, no compraré cosas inútiles.
Celebraremos que estamos juntos y recordaremos a los que no están.
Atención, familia:
Si dejáis vuestros zapatos limpios y agua para los camellos, el día de Reyes habrá para vosotros un modesto obsequio. Punto.

FELIZ NAVIDAD