EL RÍO DEL OLVIDO
David Gandy
La primera vez que fui a Galicia, mis amigos me llevaron al río del Olvido. Mis amigos me dijeron que los legionarios romanos, en los antiguos tiempos imperiales, habían querido invadir estas tierras, pero de aquí no habían pasado: paralizados por el pánico, se habían detenido a la orilla de este río. Y no lo habían atravesado nunca, porque quien cruza el río del Olvido llega a la otra orilla sin saber quién es ni de dónde viene. Yo estaba empezando mi exilio en España, y pensé: si bastan las aguas de un río para borrar la memoria. ¿qué pasará conmigo, resto de naufragio, que atravesé todo un mar? (…)
Eduardo Galeano, El libro de los abrazos
Ares Ludovisi (Palazzo Altemps, Roma)
Este bello ejemplar masculino ha sido identificado con el dios Ares (Marte) que al parecer perteneció al Templo de Marte en Roma, en el corazón de la Ciudad, el Campus Martius, fundado en 132 por
DÉCIMO JUNIO BRUTO
“GALAICO”
Muchos prohombres de la República romana se curtieron en las campañas en Hispania, como Décimo Junio Bruto, cónsul en 138, aunque prorrogados sus poderes al año siguiente para concluír una importante misión:
sofocar la insurrección de los
GALAICOS.
Guerrero galaico-lusitano (Boticas-Portugal)
La insurgencia de LUSITANIA no se acabó con la muerte de VIRIATO, porque ya sabemos aquello de que ROMA NO PAGA TRAIDORES.
José de Madrazo, Muerte de Viriato (Museo del Prado, Madrid)
Quinto Servilio Cepión dicen que fue el que pronunció esta frase, y el que, según Apiano, inició las CAMPAÑAS GALAICAS:
ὁ δὲ Καιπίων ἐς Οὐέττωνας καὶ Καλλαϊκοὺς τραπεὶς τὰ ἐκείνων ἐδῄου.
Cepión, volviéndose contra los vetones y galaicos, devastó sus campos
(Apiano, Ib.70)
Cabeza de guerrero de Rubiás-Bande (Museo Arqueológico de Ourense)
El Senado romano confió la campaña galaica a DÉCIMO JUNIO BRUTO, quien desde Olisipona (Lisboa) se adentró en el Duero y por las batallas en este valle en el 137 a.C. recibió el sobrenombre que adorna su nombre: CALLAICUS, por las tribus que ocupaban Cales (Oporto)
Y Décimo Junio Bruto entró en el
El laberinto de trisqueles o esvásticas solares, joyas de oro y leyendas de trabes misteriosas que son los ejes del mundo.
Los CASTREXOS que pueblan esta tierra montañosa de los mil ríos son guerreros de los bosques y sus poblados ocupan los litorales que besan las olas del
MAR QUE SE TRAGA EL SOL
Décimo Junio Bruto penetró más al interior de los pueblos célticos lusitanos y todos los galaicos, pasó el río del Olvido, temido por los soldados, y recorrió vencedor el litoral del océano, no volviendo atrás hasta que advirtió, no sin cierto horror y temor de haber cometido un sacrilegio, que el sol caía en el mar y sus fuegos se apagaban en las aguas.
(Floro, 1.33.17.12)
Torre de Hercules, A Coruña, 17 de abril de 2014 | Autor: Oscar Blanco
Los soldados de Décimo Junio Bruto tenían miedo de las leyendas que se trajeron de Roma y que se hicieron más grandes y poderosas cuando entraron en la Lusitania.
Con el paso de los meses las historias se convirtieron en FANTASMAS que por las noches agitaban la foresta húmeda.
Susurraban estos espíritus castrexos que el RÍO LIMIA era el río Lethes, aquel que en el Infierno de los poetas hacía que las almas se limpiaran de todos los recuerdos de la vida.
Era el RÍO DEL OLVIDO.
Patinir, Paso de la Laguna Estigia (Museo del Prado, Madrid)
El miedo paralizó a los legionarios de Décimo Junio Bruto. No querían perder la MEMORIA y dejar de reconocerse, no poder volver a casa, no saber, no sentir.
El audaz comandante consideró que había que vencer una creencia con otra.
Allí estaba el SIGNIFER, el portaestandarte de la legión, la enseña sacrosanta del ejército, donde a modo de TÓTEM se concentraba la energía y la fe de la tropa. Décimo Junio Bruto se lo quitó.
Lo resume Tito Livio:
Décimo Junio Bruto sometió la Lusitania con la conquista de las ciudades hasta el océano, y no queriendo sus soldados pasar el río del Olvido, él mismo pasó el estandarte arrebatado al signífero y así los convenció para que pasasen.
(Tito Livio, per. 55)
Festa do Esquecemento (Xinzo de Limia)
atlantico.net
Cuentan que al llegar a la otra orilla fue llamando a sus soldados uno a uno, por sus nombres, para demostrarles que no había perdido la memoria.
Superaron al fin el Río Limia
Lagoa de Antela (Xinzo de Limia) Foto Maite Jiménez 2016
y continuaron hasta el Río Miño.
Puente Romano sobre el Miño (Ourense) Foto Maite Jiménez 2016
El temor seguía atenazando a sus tropas, y puede que también a él mismo. No por casualidad él había traspasado nada menos que el
NON PLUS ULTRA
Bruto logró entonces para sí el sobrenombre de Galaico, tomándolo al enemigo, y tiñó el suelo con sangre hispana
(Ovidio, Fastos, VI, 461-462)
David Gandy
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